Cuando pensamos en turrón, es imposible no remontarnos a los orígenes históricos de este dulce típico español, cuya cuna se encuentra en la provincia de Alicante, más específicamente en la localidad de Xixona. Dentro de este panorama, Antiu Xixona ocupa un lugar destacado, representando la esencia de un producto que ha trascendido fronteras y épocas sin perder su carácter artesanal. A continuación, conoceremos la historia, los valores de marca, las innovaciones y los desafíos actuales de esta empresa alicantina que lleva décadas endulzando los paladares de España y del mundo.
1. Una historia forjada en la tradición de Xixona
La tradición turronera de Xixona se remonta a varios siglos atrás, cuando la abundancia de almendros y la producción local de miel dieron pie a la elaboración de este dulce tan singular. Aunque el surgimiento de Antiu Xixona como marca se sitúa oficialmente en el siglo XX, sus raíces se anclan en el saber hacer transmitido de generación en generación.
Con el paso de los años, esta empresa familiar experimentó un crecimiento progresivo, al tiempo que mantenía intactas sus recetas originales. El nombre “Antiu Xixona” evoca no solo la autenticidad de sus métodos, sino también el profundo arraigo a la tierra de la cual proviene la materia prima esencial: la almendra marcona.
2. El catálogo de productos: más allá del turrón clásico
Aunque el turrón es la piedra angular de Antiu Xixona, la marca no se ha limitado a las versiones tradicionales de Jijona (conocida coloquialmente como turrón blando) y Alicante (turrón duro con almendra entera). Con el fin de satisfacer los gustos de un público cada vez más diverso y exigente, la marca ha ampliado su oferta:
- Turrones clásicos:
- Turrón de Jijona (blando): Elaborado con almendra molida y miel, de textura cremosa y sabor intenso.
- Turrón de Alicante (duro): Con almendra entera tostada y una base de clara de huevo y miel que aporta firmeza y un característico crujir.
- Nuevos sabores y ediciones especiales:
- Variedades con chocolate, frutas confitadas, nueces, pistachos o incluso licor, pensadas para quienes buscan salir de lo convencional sin renunciar a la calidad.
- Gamas sin azúcar añadido:
- Al igual que otras marcas en el sector dulcero, Antiu Xixona ha respondido a la creciente demanda de alternativas con menos azúcar, ofreciendo turrones aptos para diabéticos o personas con dietas bajas en calorías.
- Dulces y snacks para todo el año:
- Uno de los mayores retos para cualquier empresa de turrones es la estacionalidad: la mayoría de las ventas se concentran en la campaña navideña. Para paliar este efecto, la marca ha apostado por productos como barritas de almendra y miel, dulces de chocolate y otras creaciones que pueden consumirse en cualquier época.
3. Tecnología y artesanía: el equilibrio que marca la diferencia
La elaboración del turrón, pese a las modernizaciones lógicas de la industria alimentaria, sigue requiriendo métodos tradicionales. La mezcla y el punto exacto de los ingredientes son factores decisivos para la textura y el sabor final.
En Antiu Xixona, la introducción de maquinaria y procesos industriales se ha llevado a cabo con sumo cuidado para no desvirtuar las recetas originales. Aun así, la automatización ha permitido mejorar la eficiencia y garantizar la regularidad en la calidad del producto, sin que ello implique prescindir de la supervisión artesanal. Este equilibrio entre tradición y modernidad es uno de los aspectos más apreciados por los consumidores.
4. Mercados internacionales y estrategias de crecimiento
Aunque el mercado español sigue siendo el principal destino del turrón, Antiu Xixona lleva años explorando oportunidades fuera de nuestras fronteras. Sus dulces se distribuyen en numerosos países europeos y en lugares tan alejados como Estados Unidos o Asia, donde la cultura del turrón se vincula sobre todo a las festividades de final de año.
Para reforzar su presencia internacional, la empresa colabora con importadores y grandes cadenas de supermercados, adaptando su oferta a las demandas de cada mercado. Este proceso requiere no solo ajustar presentaciones y empaquetados, sino también cumplir con normativas alimentarias específicas y gustos locales. Aun así, el sello de “Hecho en Xixona” continúa siendo un elemento diferenciador que despierta el interés de los consumidores en todo el mundo.
5. Retos y oportunidades en un mercado cambiante
La tradición turronera afronta diversos desafíos. En primer lugar, la competencia en el sector es intensa, especialmente en la época navideña, donde conviven marcas consolidadas y productos artesanales de pequeñas confiterías locales. Para destacarse, Antiu Xixona se apoya en su larga trayectoria, la calidad de sus materias primas (almendra marcona y miel de flores) y el aval de sistemas de calidad reconocidos a nivel nacional e internacional.
Otro reto importante es la estacionalidad, que limita gran parte de las ventas a un período muy corto del año. Para contrarrestarla, la marca ha potenciado la venta de snacks y dulces disponibles durante todo el calendario. Por último, el impacto de la creciente conciencia sobre salud y nutrición obliga a las empresas a lanzar versiones con menos azúcar y grasas, un ámbito en el que Antiu Xixona ya está invirtiendo con éxito.
6. Compromiso con la sostenibilidad y el entorno
La calidad de un producto también depende de la forma en que se cultivan sus ingredientes y del cuidado puesto en la cadena de producción. Antiu Xixona promueve la colaboración con agricultores locales, impulsando la utilización de métodos respetuosos con el medio ambiente y fomentando la economía de la zona.
Asimismo, la marca trabaja en la reducción de la huella ambiental, optimizando procesos, envases y logística para disminuir el uso de plásticos y reducir emisiones. Estas medidas se enmarcan en una estrategia global de responsabilidad corporativa que busca aportar valor a la comunidad y al planeta a largo plazo.
La historia de Antiu Xixona es la de una marca que ha logrado conservar la esencia de la tradición turronera de Alicante, al tiempo que se ha adaptado a las cambiantes exigencias del mercado global.
Desde sus icónicos turrones clásicos hasta su incursión en los segmentos sin azúcar y sus apuestas para romper la estacionalidad, la empresa sigue evolucionando con el fin de llegar a nuevos públicos sin renunciar a la calidad que la distingue.
En un mundo donde la artesanía y los sabores auténticos cobran cada vez más valor, Antiu Xixona tiene todas las piezas para seguir siendo un referente en el mundo del turrón y el dulce, llevando el nombre de Xixona —y con él, la tradición alicantina— a las mesas de hogares de todo el planeta.









